Uno de los distintivos de nuestras clásicas, han sido sus pérdidas de aceite, ya sea en forma de rezume, goteos o cualquier otra que queramos imaginar. Las tenían todas.
Una de ellas, muy peculiar en la Sanglas 350, el aceite rezumaba por el eje del cambio, caía sobre el escape y lo ennegrecía.
El motivo no es otro que un error de diseño, por el cual, el eje del cambio propiamente dicho, desgastaba en su movimiento, la tapa del cárter por fricción entre ambos, ovalandose por falta de engrase, el reten se deforma dejando salir aceite. El reten de aceite de este eje, va montado en la parte interior de la tapa, en lugar de en el exterior, como hubiera sido deseable. En esta segunda ubicación, el aceite de la caja de cambios, hubiera engrasado el eje del cambio en su movimiento.
La solución la he encontrado, rectificando el eje del cambio una “Mierdesima”, para no perder el estriado de anclaje de la palanca, pero lo suficiente, para dejar una buena superficie del eje, fresando la tapa y encasquillando con bronce.
Quizas se pudiera pensar que al encasquillar con bronce, nos encontramos en la misma situacion que al principio, pues va a ser que si, pero con 300.000 Km menos.
Muchas de las sanglas 350/4 que existen hoy dia, proceden de la G.C., que las jubilaba con 300.000 Km., las conducian varios motoristas y no las cuidaban como lo hacemos nosotros ahora.
Con este encasquillado, si dura otros 300.000 Km y a mis nietos les llegan a gustar las motos, seguro que no dara problemas.
Este trabajo fue hecho en 1977 por un S.O. BSA, “Hermanos Martin” en la calle Azcona de Madrid y espero que dure mucho más.